lunes, 5 de junio de 2017

Tsuki ga Kirei Episodio y recuerdos de un verano

Recuerdo un verano, no sé cuál exactamente, ni la edad que tenía, ni el año en el que transcurrió, solo recuerdo que era un chaval de primaria que iba a ir a su primer campamento, con sus profesores, amigos y la chica que le gustaba. Parecerá una locura que ni siquiera recuerde dónde fue, lo único que retiene mi memoria son pequeños detalles, la primera vez que subí a una tirolina, tiré con arco o intenté colarme junto a mi grupito de colegas en el cuarto de las chicas. Recuerdo las duchas donde vi a un chico de un curso superior sacando bíceps y yo imitándole inútilmente mientras se reía de mí, la primera vez que me picó una avispa o cómo WWE estaba de moda y nos dedicábamos a hacernos llave inventadas, en la piscina,  los unos a los otros mientras gritábamos ''Bomba Baptista'' o algo así. Recuerdo chicos recitando ''Efectos vocales'' de memoria, probablemente ese fue mi primer contacto con el rap (sí, también cantaban canciones de Porta). Una noche nos maquillaron y fuimos a un bar del pueblo a ver un partido de fútbol de la final de..., ¿Eurocopa, mundial?, ni puta idea, pero ganamos el torneo y eso fue excusa suficiente para pintarnos la cara con las banderitas de España y celebrar como locos.  Esa misma noche hubo un baile donde me puse a llorar porque la chica que me gustaba estaba bailando con un tío que le había pedido salir y había aceptado, y no lo catalogo como novio porque en esos momentos salir con alguien no significaba absolutamente nada más que mandarte mensajes por messenger y montar culebrones en clase cuando se enteraban todos. Y también quiero hablar de eso, del significado del amor por aquel entonces, de cómo en sí no tenía ningún valor más que el laberinto que construíamos para llegar a él, de buscar en Internet cómo relacionarte con una chica con la que estabas saliendo, de montar y desmontar varias relaciones amorosas  por messenger en una tarde... Son tiempos que probablemente no se vuelvan a repetir, las redes sociales han cambiado las reglas del juego, ahora todos los niños llevan un smart phone y están conectados entre ellos en cualquier momento, las cartas de San Valentín se habrán convertido en un mensaje de what's app, las redes sociales convierten en público lo que antes era la magia de unos pocos, la inocencia ha cambiado totalmente y ya no podrá ser entendida como lo fue apenas 10 años atrás...

Pero estoy ilusionado, ahora mismo probablemente haya un chaval en su campamento de verano mirando el móvil debajo de las sábanas esperando a que las chicas avisen de cuándo los profesores se han marchado para poder colarse en sus habitaciones y hacer el gamba, otro chaval mira el móvil esperando la respuesta de su vida, va a saber si la chica que le gusta por fin le va a decir si quiere salir con él o no, y a otro le zurran con una toalla mojada mientras un tercero lo graba para subirlo después a facebook y echarse unas risas. Las reglas han cambiado, desde luego, pero están viviendo unos recuerdos mágicos que 10 años más tarde recordarán nostálgicos mientras ven algún capítulo de Tsuki ga Kirei. Y no me apetece pararme a pensar si este anime es bueno o malo, simplemente diré que me ha servido para recordar momentos que me han humedecido los ojos y eso para mí tiene un valor incalculable. Gracias Tsuki ga Kirei.

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