jueves, 19 de octubre de 2017

Hablemos de Blade Runner 2049


Segundas partes nunca fueron buenas. 


Blade Runner, un clásico del cine de uno de los grandes, sobra decir que Ridley Scott por aquellos tiempos estaba muy inspirado, era su momento, parecía que todo lo que tocaba lo convertía en oro. En 1979 nos regalaba un clásico del cine -Alien, el octavo pasajero- y en el 82 nos traía otro clásico, Blade Runner. Si bien con el tiempo ha ido desinflándose no debemos olvidar que le debemos mucho.


Con esta premisa nos situamos en Octubre de 2017, Villeneuve tiene una tarea titánica, crear una secuela de un clasicazo creada por uno de los grandes en su mejor época. Es un director competente, muy competente de hecho, pero una cosa es ser bueno y otra muy diferente es convertirse en uno de culto. ¿Será capaz de enfrentarse a este reto? ¿Será capaz de manejarse con tal reparto y además con un presupuesto de 185 millones? Descubrámoslo.

Blade Runner planteaba temas interesantes, nos situaba en el papel de un cazador, Deckard era presa de una sociedad tan jerarquizada que parecía que la iluminación les vigilaba, los espacios se estrachaban en los barrios mientras que los más poderosos disfrutaban de espacios amplios que parecían alargarse infinitamente. En esa lúgubre ciudad  no hay espacio para el arte, un pequeño piano que coge polvo en una casa envuelta en tinieblas, neones que anuncian grandes marcas, naves que vigilan, luces que persiguen, mientras que una de las mayores preocupaciones de los poderosos es ganar una partida de ajedrez. ¿Y los villanos? Quién sabe, Deckard es un cazador presa de un sistema opresivo, los replicantes se enfrentan a un Dios creador que revela haber hecho lo mejor por ellos, ¿y los dioses?, su cometido es mejorar la sociedad, conquistar las estrellas, aman a sus creaciones, se rodean de ellas. Acaba el largometraje y te ronda una idea por la cabeza: han perdido todos, la ciudad ha ganado, el sistema jerárquico está tan anclado a esa sociedad capitalista opresiva que engulle a unos y otros sin piedad, poco importa que seas el propietario de la empresa más grande del mundo o un simple cazador de replicantes, creado para ello, en esa sociedad distópica todos pierden. Los replicantes viven solamente 4 años pero se enfrentan al mundo, a la sociedad, a Dios; mientras que los ciudadanos viven como ovejas, sin cuestionar absolutamente nada. ¿Quién tiene alma, quien es el humano?
También acierta en los temas más existencialistas, ¿qué significa la vida? Si el humano es acción, explica Sartre, debemos añadir que hay dos dones definitorios que engloban a toda vida en sí, la muerte y el nacimiento. Si igualamos acciones y recuerdos, nos damos cuenta de que los replicantes están más cerca del ser que los humanos que han olvidado actuar y se someten. Y lanzando estos conceptos al aire cierra la película, explicando que ahora los recuerdos han sido implantados en los replicantes. Con esta premisa llegamos a la secuela.

Debido a que este texto no es un análisis de Blade Runner 2049 no voy a hacer spoilers, solo voy a desvelar temas que trata su argumento.

El largometraje de Villeneuve recoge los temas que lanzó al aire la precuela y nos plantea algún que otro nuevo. Ahora que los replicantes tienen recuerdos -aunque falsos- solamente queda un elemento de la ecuación por resolver: el nacimiento. El metraje también añade unas cuestiones más, ¿los recuerdos hacen a las personas, las personas hacen a los recuerdos? ¿Son los recuerdos las personas, las personas los recuerdos? ¿Qué es la verdad?, un recuerdo es falso pero dentro de tu memoria es totalmente cierto. La alegoría del árbol, ha caído y no, el único que puede decidir es el poseedor de los recuerdos. ¿Y si esos recuerdos diesen sentido a tu existencia y te convirtieran en alguien especial, serías capaz de renunciar a ellos por otra verdad menos conveniente? Dejémosle las respuestas al protagonista, nosotros nos podemos contentar con reflexionar sobre ello tras haber acabado una buena película.

Villenueve lo ha vuelto a hacer, tiene su momento EUREKA marca de la casa, se cuestionan los recuerdos, lleva la situación de un macroentorno a lo más personal de cada personaje. Y probablemente haya un montón de características técnicas como planos, colores, iluminación y demás que se me escapan por falta de conocimiento y también porque -he de confesar- esta es la segunda película que veo de este director.
También tiene los fallos típicos de una súper producción, se sobrexplica, utiliza los flashbacks para que no te olvides de alguna escena importante, mantiene una música grandilocuente innecesariamente... También he encontrado algún fallo en el guión que baja un poco la primera impresión del ''eureka'' y los villanos -al menos como los presentan esta vez- no tienen ni punto de comparación con los replicantes de la primera -aunque al final resultan no serlo-. También he de decir que si bien el director maneja muy bien los ritmos, alguna vez se ha vuelto un poco lenta, son puntos muy concretos, no te vas a dormir o aburrir viendo la película.

Es hora de contestar la pregunta, ¿ha sido capaz Villeneuve de superar el reto? Sí, ha continuado los temas de la primera y ha planteado nuevas cuestiones, ha sido capaz de recrear los ambientes y la sensación claustrofóbica jerárquica de Ridley Scott. Aun así es comprensible que no haya superado a la primera. No quiero que esto quede con una connotación negativa, es una muy buena película, muy disfrutable y está bastante por encima de la media de las grandes producciones. Lo único que me preocupa -aunque esto es muy personal- es que en el caso de que el metraje funcione, económicamente hablando, veo bastante difícil continuar la historia sin recurrir al deus ex machina o una explicación muy poco convincente, además que el villano es un personaje bastante flojo que tendría que tener un muy buen desarrollo para que cambiase de opinión.

Como conclusión me gustaría destacar que este director es una promesa, en Arrival no acabó de convencerme pero reconocí que estaba haciendo algo interesante y diferente, ahora con 2049 ha demostrado que es un muy buen director y voy a ver toda su filmografía. Hay que seguirle la pista, aunque probablemente no nos tengamos que esforzar demasiado para hacerlo, estoy seguro de que va a hacer mucho ruido en los próximos años.
Le copio la frase a Dayo: Qué buen gusto da ver buen cine.



miércoles, 18 de octubre de 2017

Hablemos de Anabelle: Creation

En 2013 David F. Sandberg llamó la atención de los entusiastas del cine de terror con una propuesta que presentaba una premisa tan buena y sencilla que parecía mentira que no se le hubiese ocurrido a alguien antes. La premisa era muy buena, teniendo en cuenta que la iluminación es un aspecto básico del cine y del terror humano, apostarlo todo a este concepto se volvió una idea excelente.
Las cosas bien hechas tienen su recompensa, a pesar de contar con un bajo presupuesto Sandlber logró llamar la atención en las redes sociales, era bastante común que por aquel entonces algún amigo entusiasta del terror te pasara un Link del corto a través de wahtss app.

Y claro, cuando hay algo que reluce a la distancia es muy común que se acerquen los cuervos. Terror más propuesta, comercialmente hablando, muy prometedora igual a James Wan. La mismísima Warner, James Wan, un presupuesto de cuatro millones novecientos mil dólares. Todo apuntaba a que la película iba a ser un desastre, los productores tenían a Sandlberg cogido por los huevos, pasar de cortometrajes a un largometraje de cinco millones limitaba totalmente su capacidad de negociación con sus inversores. El resultado nos dejó un sabor agridulce en la boca, la película fue un exitazo comercial, recaudaron nada más y nada menos que la escalofriante cifra de ciento cuarenta y siete millones, veinticinco veces más que el presupuesto con el que contaba la película, sin embargo ello supuso sacrificar la propia premisa, realizar un metraje mediocre y apuntar al espectador medio.

No importaba, el director había conseguido bastante dinero y renombre, ahora podría realizar un cortometraje a la antigua usanza, volvernos a deslumbrar con una premisa, ¿y qué ocurrió?, anunciaron Lights Out 2, otra vez dirigida por James Wan... ¿Y qué más ocurrió? Annabelle: Creation, dirigida por él y cómo no, también producida por James Wan.
Curiosamente Anabelle: Creation ''habla'' de las consecuencias de vender el alma al diablo, qué irónico, ¿no?

Todo está perdido, Sandberg se ha vendido, comprensiblemente, se ha convertido en un director irrelevante cuya única función es generar millones. Nos plantea películas sin temática, sin desarrollo de personajes, sin identidad; lo único que mantiene vivos sus largometrajes son los malditos jumpscares y las subidas de audio para anunciar que el jumpscare se acerca. Personajes vacuos, ritmos que no importan, comedia cutre para liberar la carga del espectador... Todos y cada uno de los puntos por los que pasa James Wan y sucedáneos. Y no exagero al decir que la película es una sucesión de jumpscares, a modo de broma acaba con uno y al final de la escena post-créditos nos vuelven a asustar con ese recurso barato. Aun tendrían un poco de ''gracia'' si las subidas de volumen no te avisaran de que el susto se acerca. Personajes lamentables, muertes de personajes que parecen no importarle a nadie, un largo etcétera, una oda a la mediocridad.

¿Y queréis saber qué es lo peor de todo?: Un martes por la noche, a pesar de que al día siguiente tengo que ir a clase accedo a ir a ver esta película, total, gracias a la fiesta del cine solo cuesta dos euros y medio. Ya empieza mal el asunto, resulta que por que añaden una calidad ''Atmos'' que nadie te explica, la película acaba costando lo mismo que en un día del espectador. Al entrar en la sala me quedo alucinado, todas las butacas están ocupadas, parece que a nadie le importa que mañana tengan que trabajar. Bueno, no importa. Empieza la película y comienzo a despotricar en los primeros minutos sobre lo mala que es, apenas han pasado 5 minutos y ya han introducido dos jumpscares. Conforme avanza el metraje la cinta se vuelve cada vez más insoportable, ningún personaje despierta empatía, el guión no importa, unos y otros mueren como si cayera agua de lluvia... Sigo charlando con mi colega de que cada decisión que ha tomado el director es peor que la anterior, a cada comentario me siento más estúpido, la película no está mal, en realidad soy yo el que falla. ¿Por qué demonios estoy sentado en esa butaca? Mañana tengo clase, tengo que irme a dormir pronto, es más, esta misma tarde he visto ''Exam'' otra película de mierda. Debería estar estar estudiando contabilidad, es más, si quiero mantener mi nota para entrar en ingeniería informática, también debería estar trabajando en mi segundo manuscrito, quizá debería estar viendo Blade Runner ya que mañana voy a ver la secuela. Pero no, estoy aquí, un maldito martes habiendo pagado casi cuatro euros por ver esta mierda, y como yo, miles de personas en toda España, en todo el mundo, a poco tiempo de que coloquen cines en la luna y Annabelle lo pete allí también. Hemos fracasado como especie, James Wan lo ha vuelto a hacer.